miércoles, 21 de enero de 2009

Soñándome.

El sueño de algunos es encontrar una pareja estable, una casa en una ciudad bonita, un carro rápido y un trabajo bien pagado. Es asentar sus raíces y aferrarse a una vida que cuenta con un área metropolitana de unos kilómetros, unas vacaciones en la costa de siempre y dos pueblitos aledaños.
El sueño de otros es tener un avión privado, aire acondicionado y un ejército de agentes de viaje que los lleve por el mundo de la manita mostrándoles los sitios turísticos desde un carro con limonadas frías y vidrios polarizados. Es tener el pasaporte más trajinado de la historia, las fotos para presumir en facebook, gafas oscuras y los zapatos limpios.

Pero quedamos otros, otros que soñamos con meter pedacitos de nuestra vida en una mochila con nombre, agarrar una cámara, los tennis desvencijados, el dinero suficiente para supervivir y echar a andar. Somos quiénes soñamos con probar el mundo a mordiscos, aquellos que soñamos con pueblitos olvidados, playas sin surfistas, selvas vírgenes. Que llegamos a un lugar y saludamos, sonrientes. Los que no conocemos de agentes de viajes, los que irritamos a los guías turísticos a punta de querer descubrirlo todo nosotros mismos.

Yo tengo diéciseis años, soy una bogotana con aires de escritora, loca y ecologista, que está por cursar su último año de colegio y que cuando le preguntaron "¿Qué quieres hacer cuándo te gradues?" respondió viajar.

Críada entre los cuentos de mi abuelo en los cuales se iban semanas en una barca por un río cualquiera, o se iban de cacería con una carpa, una escopeta y dos navajas... es predecible que ansíe viajar por mi cuenta. Y aprovechando que empieza un año lleno de colores y posibles viajes: quiero inagurar este blog como una promesa, como un diario que me recuerde constantemente qué quiero y por qué.
Así que bienvenidos a un lugar lleno de sueños, lugares, experiencias y recomendaciones.
Abrazos,
Luna.
¿Por qué observas tanto la luna, pequeño?
Porque no se queda quieta.
Porque tiene su propia órbita y vive zambullendose entre
las selvas más oscuras y los mares más profundos.
Porque la luna es una aventurera...como yo.

2 comentarios:

  1. ¡Válgame!

    Y si decides ser escritora y continuas redactando de esta manera... no seré menos que tu fiel seguidora.

    Si es que se valen las etiquetas (las cuales evito formular y de las que escapo constantemente), yo sería entonces de ese tercer grupo, donde vos también andáis.

    Sigue soñando, que un ser sin sueños... es un adulto aburrido.

    MUAKS!

    ResponderEliminar
  2. ¡Mucha suerte con tu blog! =D
    Un consejo: ¡ve escribiendo cada día, así mantienes los seguidores y te ganas más! A mí me funciona...

    Salu2,
    Hiddai

    ResponderEliminar